Cuando sin previo aviso logro susurrarte poesías al oído, puedo notar como en la oscuridad bailas alrededor mío. A través de la ventana, las cortinas reclaman libertad, y yo, sentado en medio de la habitación, decido que si cierro los ojos y aspiro el suficiente aire podré escapar volando hasta donde quiera.
lunes, 5 de septiembre de 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario