Cuando cumplí ocho años contrataste un payaso para mi fiesta. A pesar de todos los juegos que hacía, solamente recuerdo que llevaba dentadura postiza. Cada vez que se reía esta temblaba dentro de su boca. Al año siguiente, en la feria, le busqué en cada esquina del tren de la bruja.
domingo, 4 de septiembre de 2005
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