jueves, 29 de diciembre de 2011

Mi madre


No mucho después del funeral, cuando yo ya había vuelto a la escuela y los vecinos habían dejado de llamar y traer platos de comida -en otras palabras, cuando comenzaban de verdad la pena y el duelo-, me hizo sentarme a su lado y me dijo que a partir de ese momento tendríamos que ser más independientes, que ella no estaría en condiciones de cuidarme como hasta entonces. Acordamos que yo tenía un futuro pero que tendría que cuidar de mí mismo. Y, dentro de lo posible, haríamos bien en cuidarnos mutuamente. Ahora éramos socios, es lo que recuerdo que pensaba. 




Richard Ford. Mi madre. Anagrama. 2010.
Traducción de Marco Aurelio Galmarini.

Tiempo de vida. 2.


Se necesitan muchos días sin oír al teléfono la voz de una persona para acostumbrarnos a su ausencia; se necesitan muchos días reprimiendo el impulso de llamarla para acostumbrarnos a que ya no contestará, se necesitan muchos días guardándonos comentarios que sólo a ella haríamos para acostumbrarnos a que en adelante será así, se necesitan muchos días preguntándonos qué diría de algo sobre lo que, sabemos, tendría una opinión más certera que la nuestra para acostumbrarnos a que a partir de ahora deberá bastarnos con nuestro criterio, se necesitan muchos días mirando sus fotos para acostumbrarnos a que son las fotos de un muerto, se necesitan muchos días contemplando lo que nos legó para acostumbrarnos a que ya no es suyo sino nuestro, se necesitan muchos días haciendo recuento de vivencias comunes para acostumbrarnos a que jamás se repetirán, a que sólo nos queda la memoria. Una memoria, además, que no permanece inalterada.



Marcos Giralt Torrente. Tiempo de vida. Anagrama. 2010.


jueves, 22 de diciembre de 2011

Tiempo de vida


Había pensado en este libro antes de que fuera decoroso tomar notas para él. Durante meses, mientras mi padre se apagaba delante de mí, supe que escribiría de nosotros, y esta seguridad se convirtió en la mejor defensa contra la saturación de sentimientos en la que zozobraba. Me sentía aturdido, y convencerme de que en el futuro haría recuento me permitió posponer el momento de asimilar lo vivido. Recluirme en el presente, en el estupor, usarlo como barrera. Las cosas pasaban, pero no pasaban del todo. Les faltaba el calado que me negaba a considerar.




Marcos Giralt Torrente. Tiempo de vida. Anagrama, 2010.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Historias de Nueva York


Mi epifanía neoyorquina, mi revelación personal, ocurrió sin embargo en invierno. Salía del metro en la estación de la 157 con Broadway, ya había oscurecido y caía una nieve muy espesa. La zona, que de suyo es un guirigay de músicas latinas, bocinazos y gritos infantiles, estaba en silencio. Iba a la Hispanic Society, uno de mis lugares preferidos. Me quedé plantado en la acera, con nieve hasta los tobillos, y me sentí feliz de que aquella ciudad tremebunda, voraz e hiperactiva estuviera tan quieta y callada como yo, cubierta de blanco e inmóvil en un instante dulce. En ese momento decidí quedarme a vivir en Nueva York, para siempre, pasara lo que pasara.



Enric González. Historias de Nueva York. RBA, 2006.

Blue Horizon

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un poema de Karmelo Iribarren


UNA SOMBRA DETRÁS
DE LA CORTINA


Ahí delante,
la A-8
hacia Bilbao.
A dos kilómetros
-una vez pasado
el túnel-,
hay un desvío
a la izquierda.
Lo coges
y -yendo tranquilo,
sin pisarle
demasiado-
en cinco horas y media
puedes ponerte
en Madrid.
Qué alivio a veces
-piensas-,
esa simple certeza,
desde aquí.



Karmelo C. Iribarren. Otra ciudad, otra vida.
Huacanamo. 2011.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

martes, 8 de noviembre de 2011

Un poema de Pablo Casares


LA DESPEDIDA


Era un cálido día de septiembre.
Yo me iba por una temporada.
La encontré serena, sentada en su sillón.

Intercambiamos unas palabras,
sin abandonar en ningún momento
la idea de un pronto reencuentro
que ambos intuíamos difícil.
Finalmente nos dimos un abrazo.

De sus pupilas grises
surgió un fuego
que todavía quema.




Pablo Clasares. Quiénes fuimos. Huacanamo, 2011.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Single speed


Ya la he probado por el centro de Alicante.
Simplemente genial.

sábado, 1 de octubre de 2011

Escombros, de Antonio Pérez Morte

Por menos



Ahora que ha pasado media vida
por la mía,
la juventud se queda atrás,
en unos versos cansados de añorarte,
polvorientos,
olvidados de los dos,
de nuestro exceso por todo,
por nada,
por menos.




Con dos cañas
A Jaime Cauhé Bruguera
In memoriam.

Con dos cañas y cola,
papel de seda e hilo de cáñamo,
izaste al aire de la tarde,
el sueño de unos críos asombrados:
Dos hermosas cometas de colores,
elevándose en el cielo limpio
de un verano
que vuelve ahora contigo,
al recordarte.

Con dos cañas y cola,
papel de seda e hilo de cáñamo,
elevaste nuestra emoción a lo más alto,
al cielo en que hoy te busco sin hallarte:
¡Al cielo en que, seguro, has de encontrarte!




Antonio Pérez Morte. Escombros. Origami, 2011.

martes, 20 de septiembre de 2011

Un poema de Roger Wolfe


POÉTICA NEGRA


Una pluma sigue siendo preferible
a tener que desempolvar
la Magnum 44.




Roger Wolfe. 
Días perdidos en los transportes públicos.
Anthropos. 1992.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Pelota Valenciana


 Sé que no es frecuente hablar de deporte en el blog, pero le quiero dedicar un espacio a La Pelota Valenciana, o Pilota Valenciana, poco o nada conocida fuera de la propia comunidad.



Por no soltar un rollo eterno contando todo lo que ya cuenta wikipedia, os dejo con un documental de 15 minutos que lo explica todo muy bien. Es en valenciano, pero creo que no hay problema en entenderlo.



Y otro vídeo, más cortito, sobre un punto dentro de un partido, para hacerse una idea de cómo es el juego, al menos una de sus modalidades.



Primera y segunda imagen,  del blog la pilota.
Tercera imagen, compuesta a partir de imágenes de Frediesport.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Rebuscando en el disco duro


·


No  había viento
por lo que no salieron volando.
Mi hermana y yo las echamos al agua
desde las rocas, con cuidado
para no caer nosotros también.
No sabíamos muy bien qué
estábamos viviendo,
el final de una película
que había empezado
meses atrás,
sin subtítulos,
con una sinopsis
donde no te contaban
casi nada del final
y en la que
no quedaba claro
quién era
el bueno
y quién el malo.




Javier Das. Inédito. 

jueves, 8 de septiembre de 2011

Museo Van Gogh


Hace cinco años visité Amsterdam junto a mi amigo Pablos.
Y desde el museo Van Gogh grabamos este mítico vídeo.

martes, 6 de septiembre de 2011

lunes, 1 de agosto de 2011

Cosas que los nietos deberían saber



Un domingo por la mañana me compré una bici en una tienda de Burbank y estuve un par de horas dando vueltas por la ciudad. Me sentí muy bien, deambulando de aquí para allá sin tener que preocuparme de nada por una vez. Podía ir a cualquier sitio, hacer cualquier cosa: era domingo y no me daba la gana de pensar en lo solitaria y difícil que era mi vida. Pasé al lado de unos cines y decidí entrar en la sala. Até la bici a las barras del aparcamiento y entré en la sala. A las dos horas salí y vi que alguien se había llevado mi bici. La había tenido durante cinco horas exactamente. Me llevó meses ahorrar lo suficiente para poder comprarme otra.



Mark Oliver Everett. Cosas que los nietos deberían saber. Blackie books. 2010.

miércoles, 27 de julio de 2011

Walden.

Exageramos la importancia del trabajo que hacemos y,sin embargo, ¡cuántas cosas dejamos por hacer!

La mayoría de los lujos, y muchas de las llamadas comodidades de la vida, no sólo no son indispensables, sino que resultan verdaderos obstáculos para la elevación de la humanidad.

Cada generación se ríe de la moda antigua, pero sigue religiosamente la nueva.

El objetivo principal no es que la humanidad esté bien y honestamente vestida, sino, indudablemente, que las corporaciones se enriquezcan.

Si se afirma que la civilización es un verdadero avance en la condición del hombre, debe demostrarse que ha producido mejores residencias que no resulten más caras.

El cantero que termina la cornisa del palacio tal vez regrese por la noche a una choza peor que una tienda.

Quiero decir que no deberían jugar a la vida o sólo estudiarla, sino vivirla en serio de principio a fin.

Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentarme sólo a los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que la vida tenía que enseñar, y para no descubrir, cuando tuviera que morir, que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida, pues vivir es caro, ni quería practicar la resignación a menos que fuera completamente necesario.




Henry David Thoreau. Walden. Catedra. 2010.

miércoles, 29 de junio de 2011

Una mosca en la sopa - Charles Simic

La última tarde que fui a verla a la calle Doce Oeste, llevaba una botella de vino francés y una lata de paté. Mi padre acababa de darme algo de dinero y estaba muy contento. Pensaba que nos sentaríamos y beberíamos, como siempre. Pondríamos la música muy baja, algún disco de Billie Holiday o de Lester Young. "Blue Lester" o "Lady Be Good", quizá. La noche caería lentamente y ella encendería las luces. Cambiaría el disco y elegiría canciones todavía más tristes. Escucharíamos "Moanin' Low" y "Mean to Me" y se haría de noche. Me acercaría a ella y hundiría mi cabeza entre sus piernas. O esperaría a que la oscuridad fuera total y le diría que la quería. Me sentía temerario, ebrio de confianza.
La puerta del portal estaba abierta, y subí los escalones de dos en dos hasta llegar a su casa y llamé. Como no contestaba, aporreé la puerta con el puño. Por fin oí unos pasos pesados, se abrió la puerta y apareció un hombre que al parecer acababa de despertarse. Era de mi edad. Hasta se parecía a mí. Recuerdo que llevaba la camiseta empapada en sudor. Se quedó allí, esperando que yo dijera algo y yo farfullé una disculpa y bajé las escaleras a toda prisa.
Nunca regresé, y no fue por falta de ganas. No sé quién era esa mujer y tampoco el hombre que me abrió la puerta. Busqué su nombre en revistas literarias durante años, pero nunca lo encontré. Hace poco pensé en ella, cuando pasaba por la calle Doce Oeste. Recordé que todavía conservo parte de uno de sus poemas. Está escrito en una hoja con el membrete del Hotel Drake, de Chicago, y tan sólo consta de ocho versos.




Charles Simic. Una mosca en la sopa. Vaso Roto Ediciones. 2010.

miércoles, 15 de junio de 2011

El frío, de Thomas Bernhard

Sentía verguenza de haber venido aquí, a una asistencia ordenada. De haber salido del caos de una familia desamparada, ya casi totalmente destruida, para ser cuidado. Aquí, de repente, me daban comidas a horas exactamente establecidas, me dejaban en paz en fin de cuentas y, por una vez, podía realmente dormir a gusto, lo que en casa no me había sido posible ya desde hacía semanas, ninguno de nosotros había podido dormir ya, todo se había concentrado en nuestra madre, enferma de muerte, a la que había que atender ininterrumpidamente desde el punto de vista médico. El marido de mi madre, mi tutor, y mi abuela se habían sacrificado en el verdadero sentido de la palabra y, de forma totalmente abnegada, se habían hecho cargo de todo lo que, de otro modo, sólo puede hacerse en una clínica, por ejemplo, administrar inyecciones a cada hora, día y noche, durante meses, y en definitiva durante mucho más de un año, y todo lo demás que sólo puede saber, comprender y apreciar quien lo ha hecho o lo ha visto de cerca con sus propios ojos. Con qué ligereza formulan sus juicios los que nunca se han visto en una situación así, y no saben nada del sufrimiento.


Thomas Bernhard. El frío. Anagrama, 1996.

lunes, 6 de junio de 2011

Asco, de José Ángel Barrueco

 
Si piensas en un crucero no te viene a la cabeza cultura, cine o literatura. Sería más correcto decir que las imágenes que se forman en casi cualquier cabeza son mojitos, fiesta, sol, piscina y sombreros de paja. O algo parecido. Por eso, yo no habría llevado a Jab de crucero. No si pretendía que se convirtiese en el alma del barco, en el gran contador de chistes, en el tipo más moreno o el que más baila. Jab no es así. Y por eso este libro gana en cada página. Porque es su capacidad de observación la que le acompaña todo el tiempo. Esa que le permite criticar a los que sólo comen porque es gratis o al fulano que cuando habla se le olvida que hay más opciones que gritar. Pero no queda todo ahí. Este libro también va de amor y de familia, del mar y los barcos, de viajes, de disfrutar pequeños momentos y de compartir tantos otros, de vida. Y de libros, este libro también va de libros. Así que la mezcla provoca que durante más de 170 páginas te quedes enganchado a él. Así de simple.



Al salir del camarote y juntarme con el personal me dio un poco de vergüenza. Resaltaba, y a mí no me gusta resaltar. Se percibía que por allí deambulaba un tío distinto, uno que pasaba de protocolos y de hostias. Yo era el negro en una cena de blancos, el chino en un barrio de árabes, el raro, el diferente. Supuse que sería blanco de miradas y de apodos y que tal vez alguien me llamaría a mi El Friki en presencia de sus amigotes. Incluso los niños (y hasta los bebés) iban más arreglados y mejor vestidos que yo.




José Ángel Barrueco. Asco. Editorial Eutelequia. 2011.

martes, 17 de mayo de 2011

Votar o no votar, y a quién votar?


No voy a decir que hay que votar o dejar de votar, votar en blanco, nulo o meter en el sobre una galleta María, cada uno que haga lo que crea más conveniente. Pero sí me parece interesante pararse a pensar qué repercusiones tiene el ir o no a votar, el votar en blanco o nulo, el votar a un partido pequeño, etc.

Así que aquí os dejo con un artículo que me ha parecido interesante, al menos para aclarar ciertas dudas. Luego cada uno que haga lo que quiera. Y por si a alguien le gusta la idea de la que hablan, al final tenéis el voto que proponen.


Abril del 2011 en algún lugar de la depauperada España; a estas alturas sobran razones para afirmar que el sistema que nos gobierna no está funcionando nada bien, ni es justo, ni es equitativo, ni escucha, ni responde, ni respeta, ni beneficia, ni representa a la mayoría de los ciudadanos. Ahora, nos llaman otra vez a votar, se abre así el telón de una nueva farsa, la parodia mediante la cual nos hacen creer que nuestra opinión cuenta en esto a lo que llaman democracia. Si has llegado al punto en que ya no te crees nada de la representación que escenifican los actores de turno, si te indigna y entristece a la vez todo lo que nos está pasando, y buscas pero no encuentras; si pensabas votar en blanco, o nulo, o a un partido minoritario aún a sabiendas de lo poco que sirve eso, o si ni tan siquiera pensabas ir a votar, dedica a este espacio unos minutos porque tal vez sea esta tu campaña, la que le dice a los que dirigen esta pantomima de democracia: “¡No cuenten conmigo para esta farsa!”.

Como veis, se trata de votar nulo, pero metiendo una papeleta concreta en el sobre, la papeleta del voto nulo por supuesto. Ya sé, ya sé… no hay papeletas para votar nulo en los colegios electorales. No importa, buscamos una. Una, sí… ¿pero cuál? Nosotros proponemos esta que ven aquí abajo, nos ha llegado a través de la red y ya corre desde hace días, dicen que como la pólvora. Aunque valdría cualquier otra, como si metéis en el sobre una loncha de chorizo, lo cual sería muy representativo por cierto. Pero la potencia del asunto es que se pueda identificar a todos los rebeldes del voto nulo con una marca, y que esa sea una imaginativa papeleta, acompañada con todos los argumentos que se quiera. Porque un voto nulo individual no significa nada tomado 
aisladamente –alguien que se equivocó-, pero cuando se trata de un mismo y 
masivo voto nulo la cosa cambia, y pasa a ser la voz de la disconformidad de una 
sociedad frente a sus gobernantes como forma de protesta pacífica que busca y 
exige un cambio en la manera de hacer política, un serio aviso ante un posible 
estallido social.


Pero ya que estamos convendría explicar cuáles son las diferencias entre votar en blanco, votar nulo, no votar y votar a un partido minoritario, por ser estas las cuatro opciones que habitualmente se bajaran para mostrar el rechazo a los partidos que gobiernan.


Abstención.

Esta opción sería efectiva si dejaran de ir a votar de un 60% del electorado en adelante, y aún así, estaría por ver si la clase gobernante se daría por aludida o seguiría diciendo que hizo un buen día de playa y la gente prefirió no pasar por las urnas. La abstención activa y con conciencia, por desgracia no hay forma de probarla, y suele
camuflarse con el simple pasotismo o desafección del ciudadano por todo lo que huela a político. En el actual estado de la situación se hace difícil pensar en una abstención superior al 50%, por tanto, no creemos que sea la mejor opción como medida de protesta. Una alta abstención hace que sean necesarios menos votos para conseguir un escaño, pero afecta por igual a todos los partidos, sean grandes o pequeños.


Voto a un partido minoritario.

Es otra opción elegida por algunos para votar y no votar a los partidos que gobiernan, aún cuando no se dentifican del todo o no conocen el programa de ese minoritario partido, y saben que no alcanzará unos objetivos mínimos capaces de lograr cambiar algo. Sobran razones para desaconsejar esa opción de voto. De entrada porque en la mayoría de los casos no logran pasar el corte y se convierten en votos tirados a la basura, víctimas de un sistema electoral donde los topes necesarios para poder optar a escaño se elevan hasta el 6% en Canarias, donde hay que sumar otro tope o barrera electoral, la del 30% insular, haciendo así del sistema electoral canario el más injusto y desigual de Europa. Aún más complicado en un sistema que tiende claramente al bipartidismo, donde los medios y el capital están todos en manos de esos mismos grandes partidos. Y en último extremo, ¿qué posibilidades tendría de cambiar algo uno de estos partidos alternativos en el caso de lograr… uno, dos, tres escaños? ¿Los dejaría el sistema hacer, o los asimilaría? ¿Acaso no son los Mercados los que dictan las normas? En definitiva, y aún a expensas de que moleste a algunos, en mi opinión votar a un partido minoritario hoy es votar a las comparsas que participando en el juego legitiman el fraude. Lo legitiman porque todos esos votos llamados no útiles que van a parar a partidos pequeños para luego no alcanzan representación alguna, lo único que con ello logran es subir la participación electoral de forma que permiten a los gobernantes decir que la democracia goza de muy buena salud, porque han votado en torno al 60 o al 70 por ciento los electores. En Canarias, sin ir más lejos, en las últimas elecciones autonómicas, de los 921.284 votos a partidos casi 200.000 no obtuvieron representación pero hicieron que la participación alcanzara el 63% y todo pareciera normal. De no haber votado esos casi 200.000 la participación habría caído por debajo del 50% y el descontento se habría visto algo más claro.


Voto en blanco.

Este es el voto de los indecisos, de los que no encuentran partido que los represente pero no cuestionan ni critican el sistema. Es un voto de descontento políticamente muy correcto. Hasta ahí todo está bien, es lo que casi todo el mundo sabe. Pero hay más sobre el voto en blanco, ese famoso mito de los que dicen que votar en
blanco favorece a la mayoría. Lo dicen pero nadie se para a explicarlo. Está bien, nosotros lo haremos. Veremos la influencia que tienen los votos en blanco en el reparto de escaños, que es mucha, aunque no lo parezca a simple vista. Y para saberlo, nada mejor que imaginarnos un hipotético plebiscito, en una comunidad inventada a la que llamaremos, por ejemplo… Bananaria. En Bananaria se sigue la misma Ley Electoral que se aplica en nuestra Comunidad, pero sólo hay 20.000 personas con derecho a voto, y de esas, sólo 10.000 han votado. Tenemos pues un 50% de abstención, similar a lo que sucede en muchos plebiscitos en muchos lugares del
mundo. Los 10.000 voto  han quedado repartidos de la siguiente manera:

Partido A:………………… 4.000 votos.
Partido B:………………… 3.500 votos.
Partido C:………………….1000 votos.
Partido D:………………….. 550 votos.
Votos en blanco:…………....950 votos.

Algunos detalles importantes:

-Para que un partido cualquiera pueda acceder al reparto de escaños es necesario que acceda a un porcentaje mínimo de votos con respecto al total de votos emitidos. En algunos lugares, para algunos comicios esa barrera es del 3%, en otros es del 5%, y en otros es del 6%. En Bananaria esa barrera se sitúa en el 6%.

-Los escaños que se reparten son un total de 40. Bien, pues empecemos con el recuento, veamos los porcentajes de cada uno para ver quienes superan la barrera del 6%. Algo que por suerte en Bananaria es sencillo: 40% para el Partido A, 35% para el Partido B, 10% para el partido C, 9,5% para los votos en blanco y 5,5% para el Partido D.

¿Qué ha ocurrido? Ha ocurrido que el Partido D, sintiéndolo mucho por ellos, no ha alcanzado ese 6% y se quedan fuera del reparto de escaños, lástima, lástima, otro año será.

¿Y qué pasa con el voto en blanco? Pues pasa que sí que se cuenta, su 9,5%, porque es un voto válido y así está contemplado en la Ley Electoral general de Bananaria, pero no computa, esto es, no entra en la segunda fase, en la del reparto de los escaños, aún cuando pase del 6%.

¿Qué nos queda? Un parlamento con 40 escaños a repartir entre tres partidos de la siguiente manera:

Partido A: 4.000 votos……………….19 escaños.
Partido B: 3.500 votos……………….17 escaños.
Partido C: 1000 votos…………………4 escaños.

¿A cuantos votos les sale el escaño a cada partido? Lo sabremos con mucha aproximación con una sencilla operación que resulta de dividir los 8500 votos computables entre los 40 escaños, de lo que nos da un resultado de 212 votos. 212 votos voto arriba voto abajo es lo que le cuesta a cada uno de los tres partidos del Parlamento de Bananaria un escaño.

Primera lectura que podemos hacer de los resultados: hay un partido de Bananaria que ha sacado 550 votos y no ha obtenido ningún escaño, cuando el escaño sale a poco más de 200 votos. Un poco injusto parece ¿verdad? Así es. Esto mismo le sucedió a un partido en Canarias en las últimas elecciones autonómicas: con más de 50.000 votos no superó el 6% y se quedó sin escaños, cuando el escaño a los partidos que sí pasaron el corte del 6% les había salido por entre 12.000 y 14.000 votos.

Ahora veamos qué pasaría en Bananaria con una pequeña variación en los resultados. Veamos qué ocurre si los que votan en blanco deciden finalmente no votar y abstenerse. Parece claro que variarán los porcentajes de votos sobre el total de cada partido, restado ya el 9,5% de todos los que votaron en blanco. Varían pero, ¿en qué sentido? Con unas simples reglas de tres obtenemos un resultado que nos deja al Partido A con un 44%, el Partido B con el 39%, el Partido C con el 11% y el partido D superando por poco el 6%.

¡Voilà! El partido D entra ahora en el reparto, ha superado el 6%. ¡Enhorabuena! Y además le corresponden 2 escaños. 2 escaños que antes no tenía y que por arte del sistema de reparto de Bananaria -igual que el de nuestra CCAA, el mismo que en España- se los ha restado al partido A, que se queda con 18 escaños, y al Partido B que se sitúa en 16.

Segunda y principal conclusión que sacamos de esta simulación: el voto en blanco que se dio en la primera hipótesis fastidiaba claramente a un partido pequeño y beneficiaba a los partidos más votados. En la segunda hipótesis, los descontentos políticamente correctos votantes en blanco se lo pensaron mejor y decidieron quedarse en casa. Y gracias a esa decisión de última hora en el Parlamento de Bananaria hay cuatro fuerzas políticas en lugar de tres. ¿Curioso verdad? Pues así es. Piensen ahora los que votaron en blanco en tantos y tantos comicios, cuantos escaños le habrán quitado a partidos minoritarios para dárselos a partidos grandes.

Se entiende así mejor por qué casi nadie se molesta en explicar este detalle y a ningún partido de los grandes preocupa ni parece molestar esta opción de voto descontento. Dicho esto tampoco parece muy buena opción de protesta el uso del voto en blanco.


Voto nulo.

El voto nulo se considera un voto inválidamente emitido, es decir, un voto que no se ajusta a ninguna de las opciones posibles y disponibles. En los albores de la democracia en nuestro país el voto nulo era relacionado con personas que se equivocaban al votar por desconocimiento del proceso. En las últimas décadas se ha identificado también con un voto de protesta de corte radical, frente al voto en blanco que representaba al voto de protesta políticamente correcto. El voto nulo, a diferencia del voto en blanco, se queda en la primera fase y sólo se cuenta como voto emitido, pero no entra a fastidiar a nadie con el reparto de porcentajes. No fastidia a ninguno de los que quieren jugar a la farsa electoral, y no lo hace porque ni siquiera juega, rompe las reglas, no las acepta, y lleva así por tanto implícito el mensaje de protesta. Es la abstención, pero es activa y clara y no se confunde con la desidia o el pasotismo, expresa una discrepancia formal con las normas, con la manera de hacer de la clase política y en definitiva con el sistema que nos gobierna. El voto nulo no quiere un pequeño cambio, quiere un cambio sustancial, quiere otra manera de hacer las cosas.

Hagamos para acabar una última simulación con la que podremos ver el potencial del voto nulo bien organizado. Tomemos las últimas elecciones al Parlamento de Canarias en el año 2007. Fueron 921.284 votos a partidos, frente a 523.594 electores que no fueron a votar. ¿Cuántos de ese más de medio millón no votaron por pasotismo y cuantos no votaron como expresión de protesta? Nunca lo sabremos con certeza.

Ahora imaginad que 323.000 de esos abstencionistas decidieran votar nulo en lugar de quedarse en casa. ¿Qué habría pasado?: que el voto clara e incuestionablemente contrario y rebelde al sistema habría ganado las elecciones.

Y hasta aquí lo que se podía explicar sobre esta campaña. Lo demás corre por cuenta de los participantes aunque es sencillo, divertido y además barato: basta con que circule la papeleta del señor sentado sobre el water, por el ciberespacio o por el espacio real, en universidades, barrios obreros, playas, supermercados, oficinas del paro, salas de espera y por qué no también en los mismo buzones que llenarán de papeletas de voto y propaganda electoral pagada con nuestros impuestos. Al menos, la nuestra no va a cuenta del contribuyente. ¿Os animáis entonces?




Y otro artículo también interesante.

jueves, 5 de mayo de 2011

Error humano


En la mesa de al lado había un médico, un hombre mayor que nos explicó muchas cosas. Nos dijo que los focos que iluminaban el escenario eran rojos y negros porque aquello ocultaba los hematomas y las marcas de pinchazos de las bailarinas. Nos enseñó que en las uñas, en el pelo y en los ojos se les podían ver las huellas de sus enfermedades infantiles. Que se podía ver la calidad de su alimentación en sus dientes y su piel. Que oliéndoles el aliento y el sudor se podía saber de qué iban a morir.

En aquel bar, el suelo, las mesas, las sillas y todo estaba pegajoso. Alguien dijo que Madonna iba mucho allí cuando estaba en Portland rodando El cuerpo del delito, pero para entonces yo ya había dejado de ir. Para entonces Alan y su cáncer ya habían muerto.



Chuck Palahniuk. Error humano. DeBolsillo. 2007.

Próximamente..

martes, 3 de mayo de 2011

Bilbao-New York-Bilbao


El día que le dijeron que le quedaban pocos meses de vida, mi abuelo no quiso volver a casa. Fue mi madre, su joven nuera, quien lo acompañó a la consulta aquel día. El abuelo escuchó con serenidad lo que contaba el médico. Lo escuchó todo sin decir palabra. A continuación, le dio la mano y se despidió educadamente.
Al salir de la consulta, mi madre no sabía qué decir. Después de un largo silencio, le preguntó al abuelo si se dirigían a la estación. Él respondió que no.
“No vamos a volver todavía. Pasaremos el día en Bilbao. Quiero enseñarte una cosa” le dijo, e intentó sonreír.
El abuelo llevó a mi madre al museo de Bellas Artes de Bilbao. Mi madre nunca olvidaría aquel día; cómo la misma tarde que le anunciaron que se iba a morir, el abuelo la llevó a un museo. Cómo trató, en vano, de que la belleza se mantuviera por encima de la muerte.
Cómo se esforzó para que mi madre guardara otro recuerdo de aquel día tan desgraciado. Mi madre siempre recordaría aquel gesto del abuelo.
Era la primera vez que entraba en un museo.



Es la segunda vez que leo Bilbao-New York-Bilbao en pocos meses. Un libro que me atrapó desde el principio. Un viaje a las raices, a la familia. Una novela de pequeñas y grandes historias. De las pocas veces que he deseado de verdad que un libro tuviese algunas páginas más.



Kirmen Uribe. Bilbao-New York-Bilbao. Seix Barral. 2009.

martes, 26 de abril de 2011

Tolosa, 1966 y 1967


He recuperado el álbum de fotos de mi abuelo. Hacía casi diez años que no lo veía. Pasando sus páginas me encuentro con fotos que recuerdo haber visto en otras ocasiones, pero esta vez me paro más tiempo en ellas. Mi abuelo apuntaba detrás de cada foto qué salía en ella. Gracias a ello puedo saber ahora dónde y cúando se hicieron casi todas ellas. Una forma de completar con imagénes las historias que tantas veces me han contado pero que no conocí. Sería dificil destacar alguna en particular. Tal vez la de la riada de 1957, ya que aún se puede reconocer el lugar en el que se hizo. O todas las que pertenecen a la época en que mis abuelos vivieron en Tolosa, probablemente porque no conozco nada de aquellos años y cada lugar que aperece en ellas me resulta nuevo. Y de esta etapa me quedo con una, en la que sale mi padre con un grupo de amigos celebrando los Carnavales de 1966. Tenía 17 años. Menuda cuadrilla que forman. Hay otra en la que salen medio disfrazados, o eso me parece a mí, ya que bien podrían pertenecer a un grupo de actores elegidos por Scorsese para alguna de sus películas.

miércoles, 20 de abril de 2011

Entrevista a Jab, en Esto me suena


Jab se va convirtiendo poco a poco en el gran escritor que todos sabemos que lleva dentro. Aunque sería más preciso decir que es la gente ylos medios los que se van dando cuenta, ya que muchos de los que le rodeamos diariamente ya lo sabíamos. Asco es, probablemente, uno de los libros que más ganas tengo de leer desde hace meses. Gracias a todos los momentos compartidos desde que sacamos No hay camino al paraíso, he ido conociendo cómo funciona la cabeza de Jab, qué le preocupa, qué le alegra, en qué piensa. Y ésto hace que la ganas de hacerme con este libro sean aún mayores. Así que mi más sincera enhorabuena por esta entrevista. Al igual que a Clea, por formar una editorial que tiene tan buen gusto.

jueves, 14 de abril de 2011

Mañana, en Madrid


Presentación de Asco, de José Ángel Barrueco.

Con el autor, José Ángel Barrueco, la editora, Clea Moreno,
y la participación de Mario Crespo y Óscar Esquivias.

Librería Tipos Infames
San Joaquín, 3.
20.30h

miércoles, 13 de abril de 2011

Los libros de David Foster Wallace




La biblioteca personal de David Foster Wallace, tras suicidarse en 2008, fue donada a la Universidad de Texas. Parece ser que muchos de los libros tienen anotaciones que el mismo DFW hacía mientras los leía. En la página web de la propia Universidad se pueden ver varios ejemplos, e incluso la lista de completa de los libros que recibieron. Aquí.

viernes, 8 de abril de 2011

Hoy, en Zamora


Presentación de Asco, de José Ángel Barrueco.

Con la participación de David Refoyo.

Biblioteca pública de Zamora.
c/ Claudio Moyano s/n
20.00h