Me encuentro
enfermo de poesía.
Enfermo de algo
tan intenso
que es capaz de revolver
mi cuerpo.
No sé cómo se llega
a este punto,
pero una vez aquí
la marcha atrás es imposible.
Y cada día duele más,
porque son pocos momentos
en los que te sientes tranquilo.
Momentos
que logras aplacar
la presión en tu pecho.
Y aunque pienses
en dejarlo de lado,
sabes que no puede ser.
Algo te ata y te atará
a seguir día tras día
buscando esas palabras.
Porque escribirlas
ya supone un esfuerzo.
Y al releerlas
no siempre
te quedas satisfecho.
Aunque las pintes
en letras grandes y rojas,
aunque elabores con ellas
una pared en tu habitación.
Nunca es suficiente,
nunca has escrito
aquello
que te deje seguir tranquilo.
Y seguirás enfermo,
sin poder evitarlo,
sin querértelo perder.
Nota: Ya estoy preparando www.javierdas.es , por ahora, hay poco hecho, según vayan avanzando mis peleas con el Dreamweaver iré más rápido.
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