viernes, 10 de agosto de 2007


Me tatúo la mano
con la que disparo,
la que sostiene el arma
cuando cierro mis ojos.

El cuchillo preparado
en uno de mis bolsillos
y unas cuantas monedas
que suenan cuando camino.

Llevo esta botella al puerto,
con un mensaje a medio escribir
que nunca expresa
lo que guardo entre dientes.

Es hora de meterse en la cocina
y encender el gas,
prender fuego a la comida,
dibujar mapas y enterrar los tesoros.

Ahogado porque quiero reducir
mi vida a unos cuantos días.

No me importa copiar un libro de poemas
si con ello me arranco un pedazo de vida.

Deja de mirar como me alejo,
sabes que al final de la calle
me giraré y me despediré
con un gesto en la mano,
con el sol enfrente de mis ojos.

Porque llueve tanto en mi habitación
que nunca se hace de día.

Y las paredes sueltan las fotos
en las que nunca detuve el tiempo.

Porque hoy me siento otro
sentado delante del ordenador,
porque me gusta tener
muchas horas por delante.

Y continuar cantando
muchos años,
haciendo ruido en cada momento,
gritando al asomarme a las ventanas.

1 comentario:

  1. ¡Viva! ¡Ya podemos descargarnos tus libros! (aunque yo ya los tenía xD)

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