jueves, 24 de mayo de 2007


Soy el niño que,
lentamente,
sueña contigo cada noche.

Soy una mano sin anillos,
un cuello sin deseo,
unos labios con estrías.

Soy el mendigo al que nunca miras,
el cielo al que recurres cuando tienes miedo,
el volcán que entierra una ciudad bajo el mar.

Soy un libro con esquizofrenia,
un columpio agorafóbico,
un grito en la ducha.

Soy todo lo que nunca soñé que sería,
soy el girasol que en lugar de al sol,
te mira a ti,
el armario que esconde tres docenas de pistolas.

Soy hoy,
y tal vez mañana.

Soy una hora en punto
desde lo alto de la catedral.

Soy el perro que pasa por delante.

Soy él.

Soy tú.

Soy quien nunca
has podido imaginar.

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