miércoles, 15 de febrero de 2006


Durante horas y horas observé como un corazón de manzana se oxidaba. Poco a poco se retorció y oscureció cada vez más. De debajo de la mesa fueron apareciendo pequeños insectos que lo devoraron lentamente, consumiéndolo mordisco a mordisco. Y al final, cuando ya no quedaban más que migajas, mi cuerpo cayó encima de la mesa. Y sentí, como por estar despistado, una hilera de insectos me había devorado el corazón.

5 comentarios:

  1. Un texto genial,bastante comparable a lo que hace nuestra sociedad con nosotros...¬_¬ prefiero no pensarlo.

    ¡Vivan los insectos!

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  2. Esto esta muerto x_x

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  3. Desde un Ciber Buen Escrito Es.

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  4. Si esto está muerto,Hugo,tu blog está bajo tierra,sellado y sin posibilidad de encontrar la tumba, JA JA JA JA

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  5. Todos tenemos un corazón de manzana y casi todos vivimos despitados...

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