jueves, 25 de febrero de 2010

Pablo Lukas


Probablemente, una de las personas con más mundo interior que conozco. Comparto con él tantas cosas que enumerarlas sería dificil. Sólo sé que algo especial nos une y cuando nos juntamos hacemos de deambular algo especial. Y si no vale con todo esto, la buena noticia es que dentro de poco se autoeditará un libro con microcuentos que, sinceramente, merecen mucho la pena. Así que ya sabéis, no dudéis en comprarlo y en sumergiros en esa infinita imaginación que tiene.


El domador de esfinges.

En el circo fantástico del Profesor Ambrosius, el trabajo más laureado y difícil al que podía aspirar un cuidador era el de domador de esfinges. Estas únicamente podían ser sometidas por el poder del intelecto,a diferencia de las quimeras,grifos y demás criaturas, que obedecían, como cualquier bestia, a base de premios y chasquidos de látigo. Por ello, la preparación del domador de esfinges era la más árdua y costosa. El aspirante debía dedicar muchos años al estudio y a la meditación, convertirse en un erudito y sabio en cualquier materia, de tal modo que su vasto bagaje fuera capaz de dar respuesta a todas las posibles preguntas a las que, en el futuro, sería sometido.
Pues únicamente derrotando a las esfinges en el campo de la sabiduría era posible que estas aceptaran su parte del trato.


Tu ventana.

Muchas mañanas tenía que ir frente a tu casa para recoger a mi sombra, que se había quedado mirando tu ventana al pasar ante ella la noche anterior.


Restos.

Encontró bajo su almohada restos de sus sueños.


Sentirse árbol.

Se inyectó savia de árbol en sus venas, y a partir de entonces entendió el silencio, y nunca más volvió a refugiarse de la lluvia.


Alas de mariposa.

Escribía, con extraordinaria delicadeza y sin procurarles el más mínimo daño, en las alas de las mariposas, los poemas de amor que ella nunca leería.


Qué fue de Peter Pan.

Un día de debilidad, mucho tiempo después de la muerte del Capitán Garfío, atenazado por la curiosidad y el aburrimiento, Peter Pan, buscando una nueva aventura, decidió crecer. Los niños perdidos al verse traicionados por su jefe, lo rechazaron.
Muchas años han pasado desde entonces, y ahora a Peter se le conoce como el Capitán Pan.


2 comentarios:

  1. Que buenos. A medida. Magicos y reales, lucidos a mas no poder.

    Dinos por favor como podemos comprarlos.

    Un abrazo fuerte Javi, y dejate crecer la barba.
    Kike

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  2. Siempre dije que pablo era un genio con un talento maravilloso. Yo he tenido la suerte de que lo compartiera conmigo y siempre me he sentido afortunada por ello... me alegro de que mucha más gente tenga la suerte de leerle...meri jarry.

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