martes, 13 de octubre de 2009

Dos poemas de Sofía Castañón



LOS ANILLOS DE CRISTINA

La chica más guapa de la clase
- mágica, los ojos azules y tan morena, como
si pudiera romper las leyes de los plastidecor-
hacía mis trabajos de manuales.
No era gratis, a ella le gustaba mi vecino.
Y como todas las chicas que de verdad son guapas
se moría de timidez.

Su padre era marinero, nos contaba,
y cuando volvía le regalaba anillos plateados
y todas mirábamos sus manos, hábiles y brillantes
con pubescente envidia.

Sólo cuando dejas el colegio y el blanco
de los ojos no es tan blanco descubres
qué clase de tipo era su padre.

Y un día, por trabajo, vas al módulo libre
de drogas de la cárcel regional
y confirmas el rumor. Y la ves allí
con ojos aún de niña guapa
y tantos, tantos anillos en la vida plateada.



LA NIÑA QUE TENÍA SOMBRA DE SIRENA

Papá nos leía los cuentos por la noche.
Y Mamá los escribía.

Gracias a ellos supimos
que no es necesario atravesar con una aguja
los pies de nuestra sombra.
Nos enseñó que las sombras también se cansan
de no tener a quién hacer burla los días de viento.



Sofía Castañón. La sombra de Peter Pan. Ediciones del 4 de Agosto. 2009.

2 comentarios:

  1. gracias por la selección (y por la publi)
    un besín, neñu

    ResponderEliminar
  2. sofi es buena, llevo poco tiempo leyendola, pero me gusta lo que hace.

    un abrazo señor das.

    ResponderEliminar