jueves, 11 de diciembre de 2008

Un poema de Batania

Un Peloponeso de desolación

Aplaudías con mano acordeona
la fábula del ciervo que burlaba al león,
la tortuga veloz y la tarda liebre
o el lobo humillado ante el cordero;
celebrabas,
pasando el dedo por sus letras de oro,
la historia de Leónidas, la rabia espartaca
o el loco que era Dios,
pero en solamente una semana
la Ford ha despedido a Víctor,
Nissan ha despedido a Pablo,
Nokia te manda al paro
y te das cuenta
de que las fábulas de hoy
no son como las de antes,
porque ahora
los leones son voraces como leones
y las liebres son veloces como liebres,
porque ahora
las tortugas son lentas como tortugas
y los ciervos son débiles como ciervos,
porque ahora
no hay cristos ni espartacos,
no hay leónidas
que defiendan nuestro Peloponeso
del incendio,
el pillaje,
la desolación.

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