jueves, 24 de mayo de 2012

Un poema de Luis Alberto de Cuenca




LA LOCA DEL PELO ROJO

No, no te parecías a Van Gogh
(salvo en el pelo rojo, que, en tu caso,
no era de nacimiento, sino apócrifo).
Te faltaban la barba y el talento,
y las cartas a Theo. Te sobraba
una oreja. Definitivamente
no tenías que ver nada con Vincent.
Pero estabas tan loca como él.





Luis Alberto de Cuenca. La vida en llamas. 
Visor Libros. 2006.

No hay comentarios:

Publicar un comentario