Hoy lo recordaba con una amiga. Hace dos meses a mi hermana la tuvieron que operar de urgencia. Recuerdo que, cuando mi madre me llamó para decirme que entraba en quirófano, se me cayó el alma a los pies. En el tiempo que tardé en salir hacia el hospital sólo podía mirar una foto de mi hermana y decirle "aguanta, por favor, aguanta". Juro que hacía años que no sentía ese miedo, ese pánico, ese terror a que lo peor puediera ocurrir. Horas más tarde, cuando el ayudante del cirújano salió a decirnos que todo había salido bien, me tuve que salir de la sala del espera del hospital porque las lágrimas se me saltaban. Había acumulado demasiados nervios. Y bueno, después de contárselo a una amiga esta tarde no me lo he podido quitar de la cabeza, así que quiero colgar uno de los dos poemas que escribí por lo que ocurrió y dedicar a mi hermana una canción que cada vez que leo su título no puedo evitar alegrarme porque todo saliese bien. La foto que uso hoy para acompañar el poema es la original de la que uso para la cabecera ya que, aunque mucha gente piensa que soy yo, la persona que mi padre sostiene es ella, mi hermana.
Mi hermana me llama llorando.
Desde la operación,
hace cinco días,
sufre continuos altibajos
de ánimos.
Es como tener la regla
multiplicada por mil, dice.
Hablamos de varios temas,
de los alquileres,
de quedar para comer,
de trabajo,
de planes futuros,
todo para despejar la mente.
Hace cinco días
mi hermana se desmayó
en brazos de mi madre,
se le acababa de reventar una trompa
y perdía demasiada sangre.
Entró en quirófano
solamente 15 minutos
después.
Al final de media hora
de conversación
mi hermana está más tranquila,
ya no llora,
aunque opina que no tardará mucho
en empezar de nuevo.
Yo lo pienso
y me alegro.
Oírla llorar
es algo
que hace cinco días
llegué a dudar
que podría volver a hacer
de nuevo.
Mi hermana me llama llorando.
Desde la operación,
hace cinco días,
sufre continuos altibajos
de ánimos.
Es como tener la regla
multiplicada por mil, dice.
Hablamos de varios temas,
de los alquileres,
de quedar para comer,
de trabajo,
de planes futuros,
todo para despejar la mente.
Hace cinco días
mi hermana se desmayó
en brazos de mi madre,
se le acababa de reventar una trompa
y perdía demasiada sangre.
Entró en quirófano
solamente 15 minutos
después.
Al final de media hora
de conversación
mi hermana está más tranquila,
ya no llora,
aunque opina que no tardará mucho
en empezar de nuevo.
Yo lo pienso
y me alegro.
Oírla llorar
es algo
que hace cinco días
llegué a dudar
que podría volver a hacer
de nuevo.
no puedo evitar conmoverme, un hermano mío murió hace pocos años, de hospital en hospital también al final
ResponderEliminarLos hospitales y lo seres queridos, es inevitable sufrir
ResponderEliminarme alegro un montón javi que todo saliese bien.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que todo fuese bien en la operación de tu hermana ,y de su posterior recuperación.
ResponderEliminarFelicidades por tu bondad y amor hacia tu hermana y por saber plasmar tus sentimientos en un bello poema.
Besos con todo mi cariño y respeto.