viernes, 22 de agosto de 2008

Etapas raras.


Llevo un tiempo raro, descolocado. Creo que me pasa cada cierto tiempo, cuando he escrito mucho y me he quedado vacío y necesito un tiempo para llenarme otra vez.
Llevo un tiempo en el que escribo poco, bueno, poco no, la realidad es que escribo bastante, pero frases sueltas, micropoemas, imagenes que se me vienen a la cabeza y definen un poco mi estado de ánimo. Muchas veces en estos momentos siento que no voy a volver a escribir nada de utilidad y que lo acabaré dejando, aunque al final algo en el pecho me oprime y tengo que volver a ello.
Llevo un tiempo colgando pocos poemas, y los que he colgado no han recibido muchos comentarios, por lo que supongo que no estaré escribiendo lo mejor que puedo escribir.
En fin, no sé si necesito distanciarme de todo un poco para verlo más claro.
Últimamente he leído bastante sobre viajes, sobre vueltas al mundo en barco, viajes en bicicleta, he dejado de leer poesía un tiempo porque el cuerpo me lo pedía.
Ahora ando con varios proyectos en la cabeza pero van lentamente, el que más avanzado va es un libro que quiero preparar pero que no sé parecerá a "en estas 4 paredes", serán todo poemas muy cortos, incluso frases (a veces me recuerdan a las greguerías de Ramón Gómez de la Serna), y dejarán el realismo de lado para entrar en un aspecto más "poético".
En fin, que ando hecho un lío, pero después de hablar con ek Kebran he pensado que no estaría tan mal soltar todo este rollo, y bueno, pues espero no aburrir demasiado.
Voy a coger el cuaderno a ver qué sale.
Os dejo con algunos poemas o frases que estoy recopilando.



* En un surco de tus manos
me escondí tres siglos.


* No permitas que nadie
memorice tu espalda.


* Con los lapices
de un carpintero
nunca aprenderás
a colorear.


* En ningún espejo
se refleja la música.


* Al salir con el barco,
todos los pescadores arrojan
sus monedas por la borda.
Es la forma de saber siempre
dónde están,
y en caso de naufragar
o fracasar,
poder volver a por ellas.


* Y acto seguido comenzó a bailar.
Y las flores se le enredaron en las piernas.

1 comentario:

  1. Querido Señor Das, a mí me pasa igual, más o menos... todo son notas:


    En nuestra casa había una puerta
    pintada de rojo que si la abrías entraba el infierno.
    Y a veces la abríamos para dormir.

    Abrazo.

    Ll.

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