He dejado
demasiado tiempo
el cigarro
encendido
sobre la mesa.
Me he mirado
al espejo
para encontrarme
tan lejos…
Hoy he saltado
desde tu ventana
varias veces,
aunque tú
no me hayas visto
ninguna.
Porque en un jarrón
hay un mar
sin peces.
Porque en mis bolsillos
han crecido
bosques sin pájaros.
Y ahora la
cuenta atrás,
ahora
quedarse dormido,
ahora
simplemente
olvidarnos.
Con las palabras
unidas
con hilo
amarillo.
Y tú
descansando desnuda,
y yo
girando muy rápido.
Consígueme
esas tres botellas
que se quedaron
vacías.
Consigue
que ría tan fuerte
que tiemblen
mis piernas
en la cama.
Mientras
se cometen asesinatos
en la calle
de atrás.
Y en el tendido
eléctrico
la música
vuelve lentamente
a los armarios.
Porque una habitación
desordenada
en el principio
de un día
que nunca debería
acabar.
Porque
si alguien
me ata las manos
comenzaré a correr,
y cuando caiga
muerto
en tu jardín,
alguien decidirá
dar por primera vez
ese pequeño paso.