lunes, 31 de marzo de 2014

París

Por ahora no es nada más que un proyecto, aunque ya tiene forma de libro. Quién sabe si encontraré algún editor lo suficientemente loco como para interesarse.

Hace 14 años, mis padres celebraron sus bodas de plata con un viaje a París. Menos de un mes después a mi padre le diagnosticaban un cáncer de esófago y, tan sólo 7 meses después, moría. Fue su último viaje sin tener en mente una enfermedad, sin temer el paso del tiempo y ser conscientes del deterioro, aunque ya durante aquellos días sufría molestias a la hora de comer.

Por ahora dejo sólo la portada, un proyecto que parte como personal pero que en mi cabeza ya ha sufrido varias transformaciones.