Stripper
Me siento cómodo
sobre el escenario del poema.
Escribiendo a una persona
que ni conozco
ni me conoce,
aunque ambos nos buscamos sin saberlo.
Nos unen un mismo afán o una misma
carencia. Un desconocido
ante el que no me avergüenza desnudarme:
sé que nunca me podrá tocar.
Jacob Iglesias. Horas de lobo.
Editorial Origami, 2012.
lunes, 30 de septiembre de 2013
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